Con 119 votos a favor y solo 5 abstenciones, la Cámara de Diputados despachó a ley la esperada reforma al sistema de adopciones en Chile, culminando un debate legislativo que se extendió por más de una década. El proyecto busca agilizar los procesos, reducir la burocracia y anteponer el interés superior de niños, niñas y adolescentes vulnerados.
Entre los principales cambios está la creación de un único procedimiento judicial que integra toda la trayectoria de protección del menor, evitando duplicidades y acortando los tiempos, que actualmente pueden llegar a duplicarse en el caso de adolescentes. Además, se incorpora una etapa de revinculación familiar de hasta 12 meses, con el objetivo de privilegiar la reintegración a la familia de origen antes de declarar la adoptabilidad.
La reforma también moderniza procesos como la cesión voluntaria con finos adoptivos y permite la adopción por parte del conviviente del padre o madre del menor. Finalmente, se elimina la prelación automática de matrimonios como adoptantes, poniendo en el centro la capacidad de cuidado, protección y bienestar del niño o niña. “Es una necesidad urgente”, afirmó la ministra Javiera Toro, destacando que se trata de ofrecer entornos familiares llenos de cuidado y amor.