La candidatura presidencial de Jeannette Jara comenzó la semana en medio de tensiones internas que desordenaron su despliegue territorial. Las críticas del timonel comunista Lautaro Carmona al exministro de Hacienda Mario Marcel encendieron el malestar en el Socialismo Democrático, obligando a la abanderada a llamar al orden ya remarcar la necesidad de concentración en propuestas para la ciudadanía.
El conflicto escaló cuando la secretaria general del PC, Bárbara Figueroa, se arremetió contra el vocero Ricardo Lagos Weber (PPD) para reprochar a Carmona, lo que agudizó las dudas sobre el compromiso comunista con la campaña. Parlamentarios socialistas y pepedés criticaron la postura del PC, acusándolo de deslealtad y debilitando la cohesión en torno a la candidatura oficialista.
Mientras tanto, Jara continuó con su gira nacional en Punta Arenas, priorizando el contacto con la ciudadanía por sobre foros empresariales, aunque sin presentar el plan de empleabilidad que tenía previsto. Desde Magallanes, la candidata reiteró que no será “la mamá” de los dirigentes de partido, pero advirtió que impondrá disciplina en su comando, cuyo diseño y número de voceros ya es cuestionado por sectores de la propia coalición.