El Banco Central informó este lunes que la economía chilena registró un crecimiento de apenas 1,8% en julio, según el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec). La cifra se ubicó en la parte baja de las proyecciones del mercado y confirma la desaceleración en medio de un escenario de incertidumbre económica y presión sobre la gestión del gobierno en materias de crecimiento y empleo.
De acuerdo con el ente emisor, el resultado estuvo impulsado por el comercio y los servicios, mientras que la producción de bienes cayó un 0,9% en términos anuales, principalmente por la menor extracción minera, en especial cobre, hierro y litio. La industria mostró un leve repunte gracias a la mayor fabricación de productos metálicos y químicos, aunque insuficiente para revertir la tendencia general. El Imacec no minero, en tanto, creció un 2,5% anual.
El débil desempeño económico representa un nuevo desafío para el Ejecutivo, que enfrenta altos niveles de desaprobación ciudadana y demandas por mayor dinamismo económico. Entre las principales áreas de preocupación destacan la minería, cuya contracción sigue impactando en las cifras nacionales, y la necesidad de políticas que fortalezcan la inversión y el empleo en un contexto donde la actividad se mantiene frágil y por debajo de las expectativas.