El Observatorio ALMA informó con pesar el fallecimiento de “Almito Milu”, el perro que durante más de una década acompañó a trabajadores y visitantes del mayor radiotelescopio del mundo, ubicado a 50 kilómetros de San Pedro de Atacama. El can llegó en 2013 en condiciones de abandono, pero pronto fue acogido por los guardias del recinto, quienes lo alimentaron y le dieron un hogar permanente en medio del desierto de Atacama.
Con los años, “Almito” se transformó en un verdadero compañero para los funcionarios del observatorio. Su presencia era habitual en la portería y en las instalaciones, donde saludaba con entusiasmo a cada trabajador que iniciaba turno. “Con miedo se acercó a nosotros y nunca más lo soltamos. Con mucha tristeza comunicamos la partida al cosmos de nuestro guardián de las estrellas”, expresó ALMA en un emotivo comunicado difundido en sus redes oficiales.
El observatorio destacó que “Almito” era considerado “uno más de los trabajadores” y recordado por la alegría que entregaba a todos quienes lo conocieron. Su despedida estuvo cargada de afecto, con mensajes que lo definieron como el “astrodog” del desierto chileno. ALMA cerró el homenaje con la frase en latín “Ad Astra”, que significa “hasta las estrellas”, en memoria de su fiel guardián canino.