El director nacional de Gendarmería, coronel Rubén Pérez, abordó la reciente “Operación Apocalipsis”, que derivó en la detención de 44 funcionarios de la institución por verse involucrados en una red de corrupción.
Tras ello, evitó sostener que se tiene un control absoluto de las cárceles.Recordemos que —recientemente— se informaron los resultados de la investigación liderada por la Fiscalía Occidente, que logró establecer que grupos criminales pagaban a gendarmes para ingresar “manillas”, personas dedicadas a entrar distintas especies al penal.
Pero no solo eso, también se permitía el ingreso de personas que simulaban ser visitas autorizadas, las llamadas “gatitas”, sin registro formal ni cumplimiento de requisitos.
El procedimiento terminó con 66 detenidos, 44 de ellos funcionarios de Gendarmería. Tras informarse dichos resultados, se le consultó al director nacional si se tiene un control absoluto de los penales.
“Esta pregunta se ha planteado en varias ocasiones. Lo que ocurre es que hay una propensión a expresarse en términos absolutos respecto del control. Yo no sería tan osado y sobre todo con la evidencia que en este minuto estamos exhibiendo, de decir que tenemos el control absoluto de las cárceles“, respondió.
“Pero sí existe un control de los establecimientos penitenciarios que se puede sustentar en los buenos índices que mantenemos hasta el minuto: una disminución de más de un 50% de los suicidios carcelarios; una disminución de más de 32% de las agresiones con resultado de muerte; un aumento en los últimos 4 o 5 años de más de 23.000 internos, no obstante, los índices de fuga son muy inferiores a 4 o 5 años atrás, teniendo cerca de un 40% más de población”, advirtió.
“(…) Por lo tanto, esperamos crecer en personal, esperamos seguir creciendo en infraestructura carcelaria, ya se ha hablado del plan de infraestructura carcelaria, pero expresarse en términos absolutos respecto del control en los establecimientos penitenciarios creo que es arriesgado, porque nosotros hacemos nuestro mejor esfuerzo para no tener, como nuestros países vecinos, motines sangrientos con múltiples muertos, no tener fugas masivas, ni incendios con resultado de muerte. Chile no padece esto hasta el minuto”, agregó.
Luego, tras insistencias en el punto de si se tiene un control absoluto —o no— del sistema penitenciario, continuó: “Dígame usted, en cualquier actividad de la vida, ¿el profesor de la sala de clases puede decir ‘pasarán de curso todos los alumnos’? ¿El director de un hospital puede decir ‘hoy no muere ningún paciente’?”.
“Es decir, trabajamos con seres humanos. Son dinámicas complejas las que se producen dentro de las cárceles. Los delincuentes por estar privados de libertad no detienen su actuar malicioso. Siguen tratando de reinventarse, tratando de reorganizarse con sus redes y, por lo tanto, por eso mismo, hemos ido implantando un régimen de máxima seguridad muy intenso para neutralizar la actividad delictual de líderes de bandas criminales”, sostuvo Pérez.
“Es decir, no se puede desconocer que Gendarmería, con lo que tiene, hace un esfuerzo titánico en el día a día por enfrentar la problemática que tiene que ver con un fenómeno social y que tiene un impacto carcelario. Se reclama mayor eficiencia policial y la tenemos con dos policías de prestigio nacional e internacional. Se reclama o se espera eficiencia judicial, luego aumenta la prisión preventiva y Gendarmería, con los recursos con que cuenta, enfrenta toda esta eficiencia en arrastre y, por lo tanto, no se los puede responsabilizar por el total. Nosotros sí estamos enfrentando esto con la frente en alto, lo estamos enfrentando con dignidad y con la verdad por delante”, cerró.
