Un giro inesperado tomó la investigación por el robo al Registro Civil de Buin ocurrido el 11 de agosto. Carmen Audala Audala, jefa de la oficina al momento de los hechos, confesó haber sustraído cerca de 20 millones de pesos desde la caja fuerte para saldar una deuda con un prestamista informal que la extorsionaba y amenazaba a sus hijos.
De acuerdo a lo informado por T13, la funcionaria recurrió a un prestamista de nacionalidad colombiana cuyas condiciones abusivas hicieron crecer rápidamente la deuda. Ante la imposibilidad de pagar lo exigido, Audala enfrentó amenazas directas contra su familia, lo que la llevó a cometer el ilícito. Cámaras de seguridad registraron el ingreso de una persona vestida de negro que, con llave en mano, accedió al recinto, cortó la electricidad y escapó.
La Fiscalía Occidente detalló que la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros detuvo a las funcionarias implicadas tras detectar contradicciones en sus declaraciones y ubicar a las imputadas cerca del edificio en días previos y posteriores al robo. La mujer, madre de cuatro hijos, permanece a la espera de formalización en un caso que combina delito, extorsión y vulnerabilidad familiar.