La disponibilidad de la vacuna contra el Covid-19 se ha convertido en un problema creciente. Clínicas privadas, hospitales y vacunatorios municipales advierten que llevan semanas sin recibir nuevas dosis, lo que ha generado la imposibilidad de atender a adultos mayores, pacientes crónicos y personal de salud que requieren refuerzos. La situación se da en un contexto donde la cobertura nacional apenas alcanza un 19,9% de la población objetivo.
Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), los grupos de riesgo presentan bajas tasas de vacunación: solo un 18% de los adultos mayores ha recibido su dosis y un 22% de las personas con patologías crónicas. Desde el área médica alertan que la falta de stock puede aumentar la vulnerabilidad de la población más expuesta, ya que a mayor tiempo desde la última inmunización disminuye la protección frente al virus.
El Ministerio de Salud, en tanto, sostiene que la campaña de este año estuvo planificada para coincidir con el periodo de invierno y se retomará de manera anual, siguiendo el modelo de la vacuna contra la influenza. Sin embargo, especialistas advierten que el quiebre de stock podría derivar en un rebrote una vez pase la circulación de virus respiratorios estacionales, impactando especialmente a quienes no cuentan con refuerzos recientes.