Camilo, por meses, vivió acoso, tortura, vejaciones, y situaciones extremadamente denigrantes. Lo hicieron desnudar, lo quemaron con vapor, le raparon todo el pelo en contra de su voluntad. Todo, al interior del Hospital Base de Osorno, región de Los Lagos. Los hechos ocurrieron entre 2018 y 2020, pero recientemente salieron a la luz.
Según la denuncia a la que tuvo acceso el medio BBCL, historia se remonta al 2018, cuando llegó a realizar un reemplazo al centro asistencial. Debía trabajar en el equipo encargado del desarrollo de sistema e informática del hospital. Pero su estadía, desde el primer momento, fue una pesadilla.
De acuerdo a la denuncia, el resto de funcionarios se ensañó por meses con Camilo, un profesional adulto con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Las situaciones eran grabadas por los mismos agresores. Siempre incluían burlas, risas, e incluso golpes. En situaciones, Camilo lloraba frente a ellos, pero no les importaba.
Según pudo constatar Denuncias BBCL, hubo varios episodios donde Camilo debió soportar hostigamiento, agresiones y acoso.
En otra oportunidad, Camilo fue atado de pies y de manos, quedando en una posición fetal con nula movilidad. Además, fue amordazado.
Seguido a esto, al menos tres funcionarios de la oficina comenzaron a quemarlo con un limpiador de vapor, de estructura similar al de una aspiradora.
En un video, se aprecia cómo le pasan vapor por la cara, los brazos. No satisfechos con eso, pegaron la salida del vapor caliente en su abdomen y glúteos, para quemarlo.
Una vez, envolvieron su cabeza con alusa, una lámina delgada y trasparente de plástico, y lo reforzaron con cinta de embalaje color café. Lo hicieron tomar una planta, le colocaron un oso en su camisa y una estrella, por su “buen comportamiento”. A su lado, un funcionario riéndose.
Para Camilo, fueron meses de soportar malos tratos, sin tener al menos un porqué como explicación. La violencia nunca se detuvo.
Llegó a tal punto que un día fue obligado a desvestirse, para que sus agresores y compañeros de trabajo le cortaran el pelo.
Camilo no podía hacer nada, no sabía cómo defenderse, eran 4 contra 1. Con una máquina de cortar pelo, al interior de un baño, lo raparon. Mientras todos se reían y se burlaban, él lloraba.
Fuentes cercanas al caso aseguraron que todo lo expuesto en este artículo quedó en nada, sin una sanción para los agresores. Algo que fue confirmado por el Hospital Base de Osorno.
“Los hechos ocurrieron entre el 2018 y 2020, ocasión en que la Dirección de ese entonces realizó un primer proceso de sumario y que no arrojó sanciones administrativas para los implicados”, detallaron desde el centro asistencial.
No obstante, sostuvieron que en 2024 la dirección del hospital tomó conocimiento del caso y recibió nuevos antecedentes, por lo que se dispuso la reapertura del sumario.
Por otro lado, la misma dirección tomó la decisión de denunciar a quienes resulten responsables por la divulgación del material audiovisual donde se exponen los vejámenes, por “la vulneración de antecedentes reservados que afectan a la honra y a la revictimización de la persona afectada”.
Finalmente, la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud Nacional condenó los hechos. Mediante un comunicado, rechazaron el actuar, afrimando que “constituyen una flagrante vulneración de sus derechos fundamentales y de su dignidad humana”.
Aluden a que lo ocurrido “no puede entenderse como un hecho aislado, sino como la manifestación de una violencia estructural que compromete los principios básicos de respeto, protección y garantía de los derechos humanos en el mundo del trabajo”.
Por lo anterior, “exigen las máximas sanciones inmediatas para todos quienes resulten responsables, incluyendo a los directivos de los establecimientos, que al omitir la denuncia se transforman en cómplice