El reciente Mundial Sub-20 no fue solo un torneo deportivo. Fue una oportunidad para mirar a Talca desde otra perspectiva, para reconocernos como una ciudad viva, capaz, con identidad y con un profundo sentido de comunidad.
Durante semanas, miles de personas visitaron nuestra comuna y fueron testigos de algo que a veces nosotros mismos olvidamos: el enorme potencial que tiene Talca cuando trabaja unida.
El entusiasmo en las tribunas, las calles con visitantes de otras regiones y países, los comercios activos y la hospitalidad de nuestra gente dejaron claro que Talca está preparada para grandes desafíos.
Con más de 60 mil asistentes en total, fuimos la sede de regiones con mayor convocatoria promedio por partido, y eso no es casualidad.
Es fruto del compromiso de los talquinos, de la planificación municipal y del trabajo conjunto con diversas instituciones que hicieron posible este evento mundialista.
Más allá de las cifras, lo más valioso fue el espíritu que se vivió en nuestra ciudad.
Familias, niños, jóvenes, adultos mayores, turistas nacionales y extranjeros compartiendo un mismo espacio, disfrutando de la fiesta del fútbol en un entorno seguro, ordenado y acogedor.
Talca se mostró al mundo tal como es: una ciudad moderna, cercana y con corazón humano.
Pero el legado del Mundial Sub-20 no puede quedar solo en el recuerdo.
Debe transformarse en una base sólida para seguir proyectando a Talca hacia el futuro.
Este evento nos demostró que podemos ser anfitriones de grandes encuentros culturales, deportivos y turísticos, y que contamos con una infraestructura de primer nivel, como nuestro Estadio Fiscal renovado y el Teatro Regional del Maule, que albergó una imponente gala de bienvenida a las delegaciones deportivas, además de una comunidad activa y comprometida en cada una de las actividades en las cuales impusimos el sello mundialero.
Desde el municipio, seguiremos trabajando con esa visión: promover a Talca como un polo de desarrollo regional, donde la cultura, el deporte y el turismo sean motores de crecimiento económico y bienestar social.
Queremos seguir generando oportunidades para nuestra gente, impulsando la economía local y proyectando nuestra ciudad como un referente nacional e internacional.
El Mundial Sub-20 nos recordó que los grandes logros no se construyen de un día para otro. Se construyen con trabajo, planificación y colaboración.
Cada partido, cada visitante, cada imagen que recorrió el mundo fue también una señal de lo que podemos lograr cuando avanzamos juntos.
Talca tiene todo para seguir creciendo: su ubicación estratégica, su entorno natural, su infraestructura y, sobre todo, su gente.
Este Mundial fue una vitrina que nos permitió mostrarnos al mundo, pero también una invitación a seguir soñando en grande.
Porque el Mundial Sub-20 fue una oportunidad y Talca la aprovechó. Y más allá de la infraestructura, lo más valioso que dejó este evento fue el orgullo de mostrar una ciudad limpia, ordenada, hospitalaria.
El orgullo de saberse capaz. Esto debe sentar las bases para un nuevo relato: el de un Talca que no solo crece, sino que también brilla.

