Un alto funcionario de la Contraloría dio a conocer una serie de mensajes enviados por el jefe de gabinete de la exsenadora Allende en los que presionaba por acelerar los trámites relacionados con la venta del inmueble conocido como Guardia Vieja. Según el testimonio, las comunicaciones contenían urgencias y recordatorios constantes a distintas autoridades, sugiriendo una intervención directa del entorno político en el proceso administrativo.
El directivo explicó que tales mensajes llegan a un nivel inusual para la gestión pública, pues buscaban influir en decisiones técnicas y plazos que deben regirse por normativa. La denuncia plantea cuestionamientos sobre si hubo un uso indebido de información o posición política para favorecer intereses particulares a costa del debido procedimiento legal.
Frente a los antecedentes, organizaciones ciudadanas y entidades fiscalizadoras pidieron a la Contraloría y al Ministerio Público iniciar una investigación independiente y transparente. Se espera que el detalle de los mensajes —fechas, destinatarios y contenido completo— se agregue al expediente para determinar responsabilidades y eventuales sanciones.