La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, abordó la polémica por el caso ProCultura y apuntó a las filtraciones, alertando que estas “se han transformado en una práctica habitual y que ha tenido consecuencias reales en la vida de muchas personas de nuestro partido”.
Como ejemplo, la exdelegada presidencial de la región Metropolitana señaló el caso de Irina Karamanos, que “no estaba involucrada con el caso ProCultura”.“Lo mismo en el caso del candidato Gonzalo Winter, en el caso Sierra Bella; lo mismo con el caso del diputado (Giorgio) Jackson; y para qué decir con el Presidente, que ha sido, a mi juicio, el Presidente más transparente, honesto y abierto… incluso ha respondido a la comisión investigadora de puño y letra, una cuestión que no había hecho nunca un Presidente”, comentó Martínez.
Afirmando que su preocupación como partido es que “se utilice con fines políticos ese tipo de elementos. La categoría no me interesa discutirla en términos semánticos, sino más bien en que hablemos del fondo”.“Si queremos cambiar la palabra, la cambiamos, si es persecución, entonces es persecución, nuestra preocupación es que termine habituándose una práctica que ha tenido consecuencias directas, en personas que son totalmente inocentes”, precisó Martínez.
También insistió en que ella no es un Tribunal de la República, pero espera que “sea la Corte Suprema la que determine si esto fue complicado o no”, recalcando que lo que ellos “están haciendo es una alerta política, no jurídica”.“Lo que queremos hacer nosotros es un alerta respecto a una práctica reiterada de filtraciones”, afirmó Martínez.
A juicio de la líder del FA, “lo que ha habido estos días es un aprovechamiento político por parte de la derecha, se ha planteado que este caso tiene relación con el Frente Amplio, institucionalmente, y eso no es así”, indicó la exdelegada de la RM.
En cuanto a la figura de Alberto Larraín, líder de ProCultura, y su cercanía con el presidente Gabriel Boric, Martínez dijo que la “cercanía política no es tal, lo que existe es cercanías personales que hay con diversos actores políticos”.
“De hecho, la Fundación ProCultura… tuvo vínculos con tres gobiernos de distinto tipo, anteriores”, precisó.Incluso manifestó que “el señor Larraín fue una persona que defraudó confianzas de distintos actores políticos.
El señor Larraín tiene que darle una respuesta al país, pero esto no es una vinculación con un partido en particular, ni con un gobierno en particular, tiene que ver con que se averigüen cuáles son los vínculos del caso ProCultura”.