Las declaraciones del ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, sobre el proceso de reconstrucción tras el megaincendio en Valparaíso desataron una fuerte controversia. El secretario de Estado afirmó que “soy ministro de la Vivienda, no soy jefe de la reconstrucción de Valparaíso”, lo que generó cuestionamientos sobre el liderazgo y la lentitud en la entrega de soluciones definitivas a las familias damnificadas, a 18 meses de la tragedia.
Montes defendió la gestión de su cartera señalando que el Gobierno recibió 25 reconstrucciones atrasadas y ha debido enfrentar 18 catástrofes durante su mandato. Además, reconoció retrasos en el proceso y precisó que se han entregado 205 viviendas de cerca de 4.000 comprometidas, mientras que otras 2.700 presentan grados distintos de avance. El ministro sostuvo que el sistema actual de licitaciones y obras es deficiente y demora en promedio 11 meses por vivienda.
Sus palabras fueron consideradas “desatinadas” por parlamentarios de diversos sectores, quienes acusan falta de conducción y claridad en la estrategia de reconstrucción. Diputados como Héctor Barría (DC), Andrés Celis (RN), Carolina Marzán (PPD) y Diego Ibáñez (FA) coincidieron en la necesidad de mayor responsabilidad política, rapidez en las soluciones y un compromiso más activo del Gobierno para responder a las millas de familias que siguen esperando una vivienda definitiva.