Hasta ahora se conoce solo de dos personas que mantenían las llaves de la casa de Alberto Larraín, aparte del propio psiquiatra: el diputado Diego Ibáñez y Francisco Fuentes, exadministrador del circuito de Lota en Procultura.
Fuentes es reconocido como una de las personas de mayor confianza de Larraín, a quien conocía desde su paso por la DC, cuando ambos hicieron campaña por la excandidata presidencial, Carolina Goic.
Su figura es de suma importancia para la Fiscalía, no solo por ser el encargado del Circuito de Lota, unos de los principales proyectos de Procultura, sino también porque fue el encargado de crear la Agencia Turismo Patrimonial SpA, a través de la cual Procultura invertía dinero para generar intereses que quedaban dentro de la fundación.
Junto con esto, Fuentes es uno de los integrantes del grupo de WhatsApp “Convergencia Cristiana”, que integraban, entre otros, el diputado Ibáñez, el psiquiatra Larraín y el actual subsecretario del Interior, Víctor Ramos.
Fuentes es una de las personas claves para determinar si es que hubo financiamiento irregular de campañas políticas. Una hipótesis que descartó derechamente esta semana el psiquiatra Larraín, quien a través de un comunicado aseguró que “no hubo financiamiento político desde Procultura”.
Sin embargo, la investigación a cargo del fiscal Patricio Cooper ha encontrado indicios de este eventual delito. Y es que, tanto Larraín como Fuentes, reconocen que se hizo un aporte a la campaña del excandidato a alcalde de Limache, Sebastián Balbontín.
“Lo único que se me ocurre es lo que declaré la vez anterior, es el aporte a mi pareja Sebastián Balbontín, no tengo detalles del monto aportado y lo hice a través de terceras personas amigos”, dijo Larrraín en su testimonio ante los persecutores.
Fuentes declaró durante tres días ante los funcionarios de la PDI. Su versión, a la que accedió Mega Investiga, era de suma importancia en la indagatoria de Patricio Cooper, puesto que es una de las personas de mayor confianza de Larraín.
De hecho, fue el propio psiquiatra quien invitó a Fuentes a trabajar en la fundación, para hacerse cargo del proyecto en Lota. Fue en ese periodo cuando Larraín le instruyó una serie de operaciones. “(Larraín me señaló que) Yo no tomaba esa decisión, ya que la fundación era de él”, señaló Fuentes en su relato, respecto de una de las decisiones vinculadas al proyecto de Lota.
En esa misma línea, se presentó la instrucción de Larraín a Fuentes para realizar aportes a la campaña de su pareja en Limache. El extrabajador de Procultura, relató que el psiquiatra lo llamó para comentarle que “el aporte a Sebastián Balbontín Bustamante no lo quería realizar directamente él, ya que de esta manera que su ex señora Josefina Huneeus no lo vería en la nómina de aportantes que publica el Servel, razón por la que accedí”.
Así, Larraín transfirió un total de $4.5 millones a la cuenta de Fuentes. De ese monto, $3.4 millones se usaron como aportes a la campaña de Balbontín, y el millón restante se destinó a la campaña de convencional, de la excandidata Elizabeth Aguilera Novoa. Sobre este último aporte, Fuentes aseguró desconocer “las razones por las que Alberto no hizo directamente el aporte”.