La justicia argentina le concedió prisión domiciliaria a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego que la semana pasada la Corte Suprema de ese país confirmara la condena en su contra de seis años de cárcel e inhabilitación política de por vida en el marco del caso conocido como «causa vialidad».
De acuerdo al fallo, el Tribunal Oral Federal 2 resolvió disponer la detención de la otrora mandataria, de 72 años, «a partir del día de la fecha y bajo la modalidad de prisión domiciliaria» en su departamento en Buenos Aires y ordenó que se le instale una tobillera electrónica.
«Ordenar a la Dirección de Asistencia a Personas bajo Vigilancia Electrónica dependiente de la subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del ministerio de Seguridad Nacional, la colocación de un dispositivo de vigilancia electrónico», dice el documento emitido por el tribunal.
La líder del peronismo podrá cumplir su reclusión en el inmueble en donde reside junto a su hija y su pequeña nieta, luego que la justicia considerara, entre otras razones, su edad, lo que es una atenuante contemplada en la ley, y para preservar su seguridad, tras ser víctima de un intento de atentado hace tres años.
Además, le impuso reglas de conducta, las que deberá «observar y cumplir mientras se mantenga la modalidad domiciliaria del cumplimiento de la pena de prisión», tales como permanecer en el inmueble, salvo «en situaciones excepcionales» que deberá informar y «justificar debidamente».