El Ejecutivo modificó la urgencia del proyecto de Ley de Eutanasia, aplazando su discusión en el Congreso hasta después del viaje del presidente Gabriel Boric al Vaticano. Originalmente, La Moneda había otorgado “discusión inmediata” al proyecto para acelerar su tramitación, pero un nuevo oficio rebajó la urgencia a “suma”, otorgando al Senado hasta quince días para despachar la iniciativa.
El aplazamiento ha generado críticas dentro del oficialismo, donde algunos parlamentarios lo calificaron como una “excusa innecesaria” para postergar la votación. El senador socialista Juan Luis Castro acusó al Gobierno de una “subyugación” frente a la Iglesia, recordando que Chile es un estado laico, mientras que la oposición valoró el cambio, argumentando que la ley responde a fines ideológicos y electorales.
De acuerdo con el nuevo calendario legislativo, la votación en general del proyecto se espera para la semana del 27 de octubre. La Comisión de Salud del Senado sigue a la espera de avanzar con la indicación sustitutiva ingresada por el Gobierno en julio, confiando en que contarán con los apoyos necesarios a pesar del rechazo de la mayoría de la oposición a cualquier forma de muerte asistida.
