Si bien, han sido varios los avances alcanzados en la disminución de las brechas de género y cada vez son más las políticas públicas que apuntan a lograr la equidad; la población de mujeres mayores de 60 años sigue siendo la más desvalida.
Así lo advirtió la académica del Departamento de Psicología de la Universidad Católica del Maule (UCM), Yanina Gutiérrez. Para la experta, la soledad, la depresión y la pobreza son las problemáticas más recurrentes en este grupo etario femenino.
Gutiérrez actualmente adelanta una investigación doctoral referente a la autonomía física en las mujeres mayores y ha podido identificar que existen “Prejuicios basados en la edad”, indicó.
De acuerdo con los datos del Censo 2017, el 16,7 por ciento de los habitantes de Chile son mayores de 60 años. De ese porcentaje, más de la mitad (55,7%) son mujeres, lo que implica que “hay una feminización de la vejez”.
“Las mujeres viven más tiempo y viven con una calidad de vida menor y viven así porque hay una brecha económica que se extiende a lo largo de la vida y que, en la madurez, se amplía mucho más”, expuso la experta UCM.
Invisibilización de mujeres mayores
Según la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCM, no es un tema exclusivo de Chile, pues se da en sociedades latinoamericanas y europeas en las que la imagen pública de las mujeres mayores es invisibilizada. “Generalmente no aparecen en los comerciales ni en los medios de comunicación masivos. También hay una distinción entre los cuerpos femeninos y masculinos”, dijo.
Adicional a esto, explicó, tanto las problemáticas que sufren como sus virtudes, son poco mostradas. “Hay potenciales que no han sido visibilizados como por ejemplo su curiosidad, sus ganas de aprender, su persistencia, etc”, puntualizó.
Por lo anterior, Gutiérrez considera que los enfoques de género desde la mujer de más de 60 años, han sido los menos abordados. “Yo pienso que el feminismo y la sociedad no ha visibilizado a las mujeres mayores ni la necesidad de considerarlas en temas importantes”, sentenció y añadió que “A la luz de los movimientos de las mujeres en Chile, muchas jóvenes piensan que ellas están haciendo hoy día lo que nadie hizo antes, no miran hacia atrás y no saben que las mujeres que hoy tiene 60 años o más, también han contribuido”, expresó.
Además, la académica UCM explicó que, en el país, no existen las condiciones para que las mujeres de ese grupo etario puedan reivindicar sus derechos, pese a que el año pasado Chile ratificó la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
“En esta Convención se incluye el derecho a trabajar, por ejemplo. Pero, hoy en día, después de los 50 años ¿quién te contrata en el mercado laboral? ¿En qué tipo de lugares? Y si tienes más de 60 años es mucho más difícil”, afirmó.
De esta manera, se generan malas condiciones de vida para las mujeres pues muchas de ellas, especialmente en las zonas rurales, no tienen un alto nivel educativo, nunca han trabajado de manera remunerada y se van quedando solas porque no existen instancias en las que puedan compartir con otras personas.
“A parte del género, la raza y la clase social, la edad es una estructura social muy fuerte. Los jóvenes solo se juntan con los jóvenes y los niños con los niños. Hay que ver lo que han hecho países con mayor experiencia en longevidad donde se han generado espacios intergeneracionales”, puntualizó Gutiérrez.
Así lo advirtió la académica del Departamento de Psicología de la Universidad Católica del Maule (UCM), Yanina Gutiérrez. Para la experta, la soledad, la depresión y la pobreza son las problemáticas más recurrentes en este grupo etario femenino.
Gutiérrez actualmente adelanta una investigación doctoral referente a la autonomía física en las mujeres mayores y ha podido identificar que existen “Prejuicios basados en la edad”, indicó.
De acuerdo con los datos del Censo 2017, el 16,7 por ciento de los habitantes de Chile son mayores de 60 años. De ese porcentaje, más de la mitad (55,7%) son mujeres, lo que implica que “hay una feminización de la vejez”.
“Las mujeres viven más tiempo y viven con una calidad de vida menor y viven así porque hay una brecha económica que se extiende a lo largo de la vida y que, en la madurez, se amplía mucho más”, expuso la experta UCM.
Invisibilización de mujeres mayores
Según la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCM, no es un tema exclusivo de Chile, pues se da en sociedades latinoamericanas y europeas en las que la imagen pública de las mujeres mayores es invisibilizada. “Generalmente no aparecen en los comerciales ni en los medios de comunicación masivos. También hay una distinción entre los cuerpos femeninos y masculinos”, dijo.
Adicional a esto, explicó, tanto las problemáticas que sufren como sus virtudes, son poco mostradas. “Hay potenciales que no han sido visibilizados como por ejemplo su curiosidad, sus ganas de aprender, su persistencia, etc”, puntualizó.
Por lo anterior, Gutiérrez considera que los enfoques de género desde la mujer de más de 60 años, han sido los menos abordados. “Yo pienso que el feminismo y la sociedad no ha visibilizado a las mujeres mayores ni la necesidad de considerarlas en temas importantes”, sentenció y añadió que “A la luz de los movimientos de las mujeres en Chile, muchas jóvenes piensan que ellas están haciendo hoy día lo que nadie hizo antes, no miran hacia atrás y no saben que las mujeres que hoy tiene 60 años o más, también han contribuido”, expresó.
Además, la académica UCM explicó que, en el país, no existen las condiciones para que las mujeres de ese grupo etario puedan reivindicar sus derechos, pese a que el año pasado Chile ratificó la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
“En esta Convención se incluye el derecho a trabajar, por ejemplo. Pero, hoy en día, después de los 50 años ¿quién te contrata en el mercado laboral? ¿En qué tipo de lugares? Y si tienes más de 60 años es mucho más difícil”, afirmó.
De esta manera, se generan malas condiciones de vida para las mujeres pues muchas de ellas, especialmente en las zonas rurales, no tienen un alto nivel educativo, nunca han trabajado de manera remunerada y se van quedando solas porque no existen instancias en las que puedan compartir con otras personas.
“A parte del género, la raza y la clase social, la edad es una estructura social muy fuerte. Los jóvenes solo se juntan con los jóvenes y los niños con los niños. Hay que ver lo que han hecho países con mayor experiencia en longevidad donde se han generado espacios intergeneracionales”, puntualizó Gutiérrez.
