El candidato del Partido Republicano y el Partido Social Cristiano, José Antonio Kast, respondió a las declaraciones de su contendora Evelyn Matthei, quien aseguró tener «miedo» de que «pueda correr mucho los límites si es que llegase a ser presidente», a raíz de los supuestos vínculos con redes de bots.
Si bien el abanderado evitó entrar en la polémica con la exalcaldesa, respondió en conversación con Radio Pauta que «nosotros no usamos este sistema para denostar a nadie. Nosotros estamos preocupados de levantar nuestras propuestas, no estamos preocupados de la guerra de bots».
En esa línea, sostuvo que «lo he dicho en todos los tonos, lo he dicho públicamente, lo he dicho en las redes sociales. Nosotros no estamos ocupados ni preocupados de nuestros adversarios».
Ante la crítica de Matthei respecto a que no le ha pedido disculpas ni expresado que no deben ocurrir ataques en redes sociales, Kast sostuvo: «Lo puedo decir. Pucha, lo siento, esto no puede suceder. ¿Con esa claridad? ¿Con más claridad? Porque yo claramente uso las redes sociales de buena manera».
«Si alguien quiere que yo haga una declaración de acuerdo a lo que para ella le podría dar calma y paz, yo no tengo problema», agregó. Sin embargo advirtió que «es un contrasentido lo que señala», porque «no habría dicho el primer día, mucho antes que se diera toda esta discusión, que yo votaría por ella, por (Johannes) Kaiser o por (Franco) Parisi si ganaran la elección».
Consultado respecto a la diferencia con el resto de los abanderados en materia de seguridad, Kast inició planteando que a quienes reconoce autoridad en esto es «a los candidatos de oposición al gobierno. A la candidata de la continuidad (Jeannette Jara) que hablaba de los ‘pacos’, que se refería de mala manera a las Fuerzas Armadas, que quiere regularizar a 300 mil inmigrantes, no le asigno ningún valor a sus dichos, porque no le creo, es un acomodo electoral».
En cuanto a sus medidas para enfrentar esta última problemática, indicó que «si hay un inmigrante ilegal y entra a Chile, vamos a pedir al Congreso que ya no sea una falta, sino un delito».
