Un preocupante incremento del crimen organizado se registró en Chile durante 2024, según la segunda versión del Indicador Nacional de Crimen Organizado elaborado por el Centro de Estudios en Crimen Organizado (CESCRO) de la Universidad San Sebastián. En total, el Ministerio Público recibió más de 86 mil denuncias vinculadas a redes delictivas, lo que representa un aumento de más de 20 mil casos respecto a 2022 y consolida una tendencia al alza que afecta especialmente a las zonas extremas del país.
El narcotráfico y los delitos relacionados con armas siguen siendo los más comunes, pero las categorías con mayor crecimiento fueron la corrupción —con un alza de 834,8% entre 2022 y 2024— y la ciberdelincuencia. A nivel nacional, la tasa promedio de delitos asociados al crimen organizado alcanzó los 491,24 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que comunas fronterizas como Colchane, Ollagüe y Huara registraron las tasas más altas, superando los 2.700 delitos ponderados por cada 100 mil habitantes.
Regiones como Los Ríos, Ñuble y Arica y Parinacota mostraron los mayores incrementos interanuales en frecuencia ponderada, con subidas de 61,8%, 35,8% y 27,2%, respectivamente. En contraste, Aysén, Atacama y Tarapacá presentaron disminuciones, evidenciando que, aunque la tendencia general es al alza, el fenómeno tiene disparidad geográfica. Las autoridades destacan la necesidad de reforzar medidas de prevención y control del crimen organizado, especialmente en las regiones más afectadas.