El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializó una medida que impone un arancel del 50% a productos de cobre “semi terminados”, pero confirmó que el cobre refinado —principal exportación chilena a ese país— quedará fuera de la polémica alza tributaria. La decisión, publicada en la web de la Casa Blanca, descarta finalmente incluir los cátodos, despejando semanas de incertidumbre para el sector minero chileno.
La noticia provocó una fuerte reacción en los mercados. Los precios del cobre COMEX en Nueva York cayeron abruptamente un 18,44%, llegando a US$4,58 la libra. La exclusión del cobre refinado se interpreta como una señal de que EE.UU. busca resguardar su industria nacional sin entorpecer el abastecimiento externo de metales esenciales para su defensa y tecnología.
En 2024, Chile exportó US$ 15.615 millones a Estados Unidos, de los cuales US$ 5.860 millones correspondieron a cobre refinado, según el Banco Central. Hasta junio, los envíos acumularon US$4.189 millones, revelando un fuerte apetito de los compradores estadounidenses por asegurar stock antes de posibles restricciones. La medida de Trump refuerza ese escenario, consolidando a Chile como proveedor estratégico para Washington.