La Municipalidad de Santiago, bajo la gestión de Irací Hassler, presentó una querella “contra quienes resulten responsables por los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa, amenazas no condicionales y daños” por los desmanes que sucedieron el 1 de junio pasado en el Instituto Nacional.
La querella describe el nivel de violencia alcanzada por las protestas, el estado de temor de estudiantes y profesores, incluyendo ataques de pánico de miembros de esa comunidad.
El texto relata que, la -presentación que se enmarca en un plan con el objetivo de mejorar la convivencia estudiantil, sin dejar impune, situaciones que son consideradas delitos- detalla que pasadas las 9:00 del día 1 de junio pasado, “durante el recreo se convocaron manifestantes mediante chiflidos y silbatos. Capuchas y overoles blancos salieron hacia la calle Arturo Prat, convocando a más de 30 manifestantes (según relatos de testigos)”, enfrentándose a carabineros con aproximadamente 40 bombas molotov.
“En el patio interior, que da hacia la calle Arturo Prat, se vio a grupos de jóvenes haciendo bombas molotov; había mucha bencina en el ambiente”, añade el texto, además de describir que luego entrarían los overoles blancos a los baños, cambiándose de ropa con el objetivo de salir sin ser identificados.
Después, los vándalos se pasearon por los pasillos del lugar, con fierros, y un hacha con la cual destruyeron al menos el vidrio de una puerta de una de las salas de clase, con alumnos en su interior. “Una chica que estaba con crisis de pánico”; una profesora “en estado de shock” y niños que “tenían miedo” son parte del relato de la querella.
