El Partido de la Gente enfrenta un nuevo episodio de tensiones internas luego de que la diputada Pamela Jiles exigiera transparentar la cantidad de militantes que participaron en la consulta digital que definió el voto nulo para la segunda vuelta presidencial. Jiles insistió en que, si el PDG se declara como una colectividad transparente, corresponde informar el número de votantes, generando presión sobre la directiva.
El timonel del PDG, Rodrigo Vattuone, respondió marcando distancia, afirmando que las decisiones estratégicas se toman junto a la directiva nacional y no dependen de la diputada. Además, defendió la decisión de no entregar cifras, señalando que podrían ser utilizadas de forma “conveniente” por encuestas y expertos, afectando nuevamente la imagen del partido. Pese a esto, desde sectores internos intentaron bajar el conflicto, asegurando que se trata de diferencias de enfoque más que de fondo.
Mientras tanto, dirigentes como los diputados electos Javier Olivares y Juan Marcelo Valenzuela recalcaron que el objetivo es consolidar una bancada cohesionada tras las elecciones. En tanto, voces como la de Eileen Urquieta, presidenta regional del PDG en Coquimbo, advirtieron que existen lineamientos que ninguna figura puede alterar, aunque reconocieron que el estilo mediático de Jiles genera ruido, pero también aporta visibilidad a la colectividad.

