Un estudio de Aprocor junto a Cadem, el Ministerio de Transportes y la Mutual de Seguridad reveló una preocupante naturalización de la conducción bajo los efectos del alcohol en celebraciones de fin de año. La 5° Radiografía al Consumo de Alcohol muestra que un 44% de los encuestados considera “socialmente aceptable” manejar tras beber, mientras un 61% cree que el mayor temor de quienes lo hacen es ser detenidos, por sobre provocar accidentes o causar daño a terceros.
El informe evidencia además una creciente indolencia frente a los siniestros viales: solo un 11% piensa en la posibilidad de causar lesiones graves o la muerte, y un 70% cree que a los chilenos “les da lo mismo” si hay más o menos fallecidos en el tránsito. A esto se suma una baja percepción de fiscalización, ya que el 55% considera poco o nada probable ser controlado, y apenas un 10% cree que habrá sanciones ejemplificadoras para quienes conduzcan con alcohol.
Desde Aprocor y el Ministerio de Transportes llamaron a tomar conciencia del impacto humano de estas conductas. El presidente de la asociación, Juan Pablo Solís de Ovando, advirtió que ninguna celebración justifica manejar después de beber, mientras el ministro Juan Carlos Muñoz recordó que los siniestros viales son evitables y que en 2024 más de 1.400 personas perdieron la vida en el tránsito. Las autoridades insistieron en reforzar la responsabilidad individual y el respeto por la vida durante estas fiestas.

